Para comenzar debemos definir al conocimiento como un capital
intangible. Este capital refiere a cosas que no podemos palpar, pero si podemos
afirmar que existe en cada uno de nosotros.
El autor narra la importancia de mantener los capitales intangibles,
como la difusión de información por la radio u otros medios tradicionales, para
no marginar a quienes no pueden usar a la internet como medio de acceso a la
información; que de hecho me consta, que hay comunidades en el interior de
nuestro país, en donde sólo la radio es el medio por excelencia, en donde la
internet no llega pero las escuelas están y los chicos acuden a ellas desde las
lejanías. Estos alumnos y docentes están casi desconectados del mundo
globalizado, pero a su vez están formando parte del extenso capital de
conocimiento de esta humanidad con sus saberes; recogidos por medios
intangibles, como ser los relatos familiares de hechos ancestrales, sólo por
medio de la palabra y sin más que el conocimiento colectivo. Abstraídos del
mundo global pero muy importante en el contexto en el que viven.
Por otra parte cabe reflexionar a quién le pertenecen los
documentos originales, si cuando hablamos de transmitir a través de la palabra,
estos pertenecen a la comunidad, a todos por igual. Entonces, los documentos en
papel o bien, digitalizados, pertenecen a ese autor o una vez que los han
publicado ya son parte del mundo.
Este planteo ofrece diferentes puntos para discutir, pero
como docentes vemos la necesidad de poder utilizar la información libremente,
ya que nuestro fin es contribuir con la creación de un conocimiento aún mayor,
lejos de las individualidades.
Con respecto a
digitalizar lo que estaba en soporte papel, nos agiliza la forma de poder
llegar a los documentos, pero de ninguna manera nos garantiza mayor información
o más precisa.
Estos documentos digitalizados nos liberan un gran espacio
físico en los estantes y en nuestra memoria. Así podemos utilizar nuestras
mentes para resolver situaciones mediante el razonamiento. Para construir el
razonamiento no hace falta memorizar todo como si fuéramos grandes
enciclopedias, todo lo contrario. Debemos saber administrar la información que
encontramos en libros, redes, etc, y usar nuestro cerebro para organizar los
conocimientos en forma clara y con un fin superador. El archivar en la memoria
de nuestro cerebro nos quita espacio para el razonamiento y la unión de conceptos
abalados por los documentos y las palabras de los autores que tomamos como
referencia para fundamentar nuestras prácticas y saberes construidos. Hoy les
enseño a mis alumnos a razonar y no a repetir como loros lo que dijo un autor,
sino para poner en propias palabras una idea o una línea de pensamiento.
Otra idea a rebatir propuesta por el autor es “la fragmentación
del saber” que dificulta toda visión general e integrada. El autor lo expone
como una cuestión que puede “acarrear consecuencias desastrosas”. Pero hoy nos
damos cuenta que uno no puede abarcar todo el saber y el secreto del éxito es
la interdisciplina entre los actores especialistas de sus propias áreas. Por ejemplo
en la educación no es posible trabajar en compartimentos estancos por una
simple razón: el alumno es uno, con su cerebro y no lo podemos fragmentar por áreas
de conocimientos. Si bien la educación se organiza en áreas, la interacción
entre profesores es fundamental para el buen desempeño y desarrollo cognitivo
del alumno y a esto le tenemos que sumar la interacción que se produce entre
sus pares que afianzan el conocimiento de forma colectiva.
Profesor: Pablo Soma
Bibliografía de referencia:
“Una introducción a la economía y a la sociedad del saber”
David P. y Foray D. (2002).
Disponible en: http://www.oei.es/salactsi/david.pdf
Hola
ResponderEliminarTomo algo que escribiste "Pero hoy nos damos cuenta que uno no puede abarcar todo el saber" dado que de alguna manera es lo que ha puesto en tensión a la institución escuela. Dado que ahora está en revisión que otras habilidades y conociminetos hay que promover y desarrollar sobre los espacios clásicos disciplinares, por ejemplo el aprender a aprender, ha tomado un buevo peso.
Cuando dices "en la educación no es posible trabajar en compartimentos estancos" también traes a este espacio de reflexión algo que en ciencia se está debatiendo, el modelo clásico arbóreo de las áreas versus el modelo conexionista o rizomático, el cual es transversal, holístico e integrador.
Saludos y adelante